UN BUEN MAESTRO CONVIERTE A SUS ALUMNOS EN MICHAEL JORDAN
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Decía el gran poeta griego Sófocles: "Mira y lo encontrarás. Lo que no se busca jamás será descubierto." Eso mismo es lo que tenemos que hacer los maestros para convertir a nuestros alumnos en Michael Jordan. Mirar a nuestros alumnos, saber ver quién tenemos delante. Está claro que nacemos con suelo, pero sin techo. Por eso todos somos Jordan en algún aspecto de nuestra vida. Cualquier alumno tiene al menos una habilidad, un balón preferido con el que es capaz de sorprender a los demás. El principal objetivo de la educación tendría que ser descubrir ese balón y ponerlo en juego para que puedan conseguir puntos estrella a lo largo de su vida. Si no es así, estas habilidades caerán en el peligroso saco del desaprovechamiento y de la desmotivación.
Soy consciente de que no es nada sencillo descubrir los balones preferidos de cada alumno. Al menos tenemos que intentarlo y para hacerlo, primero hay que ver qué es lo que nos lo impide. Quizás estos aspectos:
- La jeraquía de las materias.
- La obsesión por ciertas habilidades o inteligencias.
- Dependencia de determinados tipos de evaluación y pruebas.
- Poca confianza en la creatividad e imaginación de nuestros alumnos.
- Límites estrictos de cómo se ha de enseñar y de cómo se ha de aprender.
¿Y qué podríamos hacer nosotros para convertir a nuestros alumnos en Michael Jordan?
1. Tenemos que preocuparnos más por escuchar que por hablar: de esta manera nos daremos cuenta de que lo importante no es lo que se mete en la cabeza de nuestros alumnos, sino lo que se extrae de ella. Si somos capaces de descubrir pronto sus talentos estaremos multiplicando su recorrido.
2. Preocuparnos por ellos y mostrar un verdadero interés: nuestros alumnos tienen aspectos interesantes que compartir y ofrecer. Si mostramos un interés sincero detectaremos sus riquezas y podremos guiarles para que las aprovechen.
3. Mostrar empatía: entender sus motivaciones, sueños y esperanzas.
4. Imaginarnos a nuestros alumnos triunfando. Ya conocéis el efecto Pigmalión, ¿verdad?
¿Por qué es importante identificar los balones preferidos de nuestros alumnos?
Lo primero por el impacto positivo que este descubrimiento tendrá en sus vidas. Y lo segundo por el impacto que tendrá en la vida de los demás. ¿Creéis que nuestra vida sería igual sin que estas personas hubieran descubierto sus talentos?:
Steve Jobs, Beethoven, Spielberg, Pavaroti, Rodari, Shakespeare, Cervantes, Walt Disney, Galileo, Marie Curie, Aristóteles, Miguel Ángel, Da Vinci, Mandela, Gandhi, Santa Teresa, Einstein, Newton, Charles Chaplin, Martin Luther King, Picasso, Gutenberg, Julio Verne, Edison, Bill Gates, Ramón y Cajal, Velázquez, Michael Jordan...
¡Seguro que no! Grandes personas que han cambiado la historia de la humanidad y que algún día fueron alumnos de maestros como nosotros.
FUENTE:
- El blog de Manu Velasco, 15 octubre 2014
Last modified onLunes, 06 Febrero 2017 18:14