Una Reflexión Necesaria

Entrevista al Juez de menores Emilio Calatayu

Por : Alfonso Basallo

Su vida recuerda a la de los personajes de ‘La ciudad de los muchachos’, del padre Flannagan, aquellos gamberrillos que, una vez crecidos, ayudaban a otros pilluelos a reformarse. A Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) le costó entrar en vereda, porque era un chaval difícil que cateaba y volvía loco a su padre.

Las cosas empezaron a cambiar cuando éste le metió interno en un colegio y le puso de aprendiz de mecánico en un taller. Licenciado en Derecho, opositó a judicaturas y estuvo destinado en Tenerife y Granada, donde terminaría al frente del Juzgado de Menores. Allí se ha hecho famoso con sus originales sentencias, presididas por el sentido común, con las que trata de hacer ver al joven delincuente las consecuencias de sus actos: al que conduce una moto sin seguro le manda visitar la planta de traumatología, al pirómano lo pone a hacer repoblación forestal y al hacker le obliga a impartir clases de informática. Lo tiene claro: “el que la hace la paga”, pero cree que los jóvenes son moldeables “también para lo bueno” y que la mayoría no son carne de cañón. Muchos de los antiguos pilletes son ahora sus amigos y le invitan a sus bodas o las de sus hijos. El juez de menores más famoso de España recorre el país dando conferencias sobre nuevas drogas no menos tóxicas que la heroína: el alcohol, “puerta” de conductas delictivas para muchos críos; y los móviles e internet, que generan adicción patológica. Pero el principal cáncer de la juventud española es, para el juez Calatayud, la falta de disciplina, propiciada por la ausencia de autoridad de muchos hogares y la conversión del adolescente en un tiranuelo consentido al que todos ríen las gracias.

 _ Dicen que vd de chaval era un gamberro… ¿cuál fue la mayor trastada que hizo? Suspender ocho asignaturas en 4º de Bachiller (14 años). También entré en casa de un amigo cuyos padres estaban de vacaciones. Mi padre me dio de varillazos y me metió en el durísimo internado de Campillos (Málaga).

  _ ¿Varillazos ha dicho? Varillazos,

 … de varilla, sí.

 _ O sea que usted también…

 Todos hemos hecho trastadas. Yo siempre digo: quién, de crío, no se ha llevado algo de una tienda, o quien no ha conducido sin tener carné. Lo que pasa es que no nos han pillado.

  _ Pero de ahí a ser delincuente menor…

 Efectivamente, hay un paso. Una cosa es la gamberrada y otra el delito. Y yo siempre distingo entre chico que comete delito y chico que es delincuente. El 80% de los chavales que han pasado por mis manos cometen delitos pero no son delincuentes. Lo que ocurre es que necesitan madurar, reflexionar, ver las consecuencias de sus actos, pero son perfectamente moldeables y pueden salir adelante.

  _  ¿Y el otro 20%?

 La mitad de ese 20% es carne de cañón, por mil factores, por las circunstancias. Pero hay otro 10% que es trabajable.

_ Su empeño es que sanen…

 Mi empeño es que ese alto porcentaje de chavales que han cometido delito pero no son delincuentes no pasen a la justicia de adultos. 

 _ Y para ello recurre usted a esas famosas sentencias: que visiten a tetrapléjicos o que limpien restos de botellones.

 La idea es que vean las consecuencias de sus actos: al que conduce una moto borracho que vea como queda un tetrapléjico, por ejemplo. El mejor correctivo es ver sufrir a las víctimas. Es hacer que tomen conciencia de su responsabilidad, que paguen el delito sirviendo a la sociedad. La idea es que los chicos vean las consecuencias de sus actos: el que conduce borracho que visite a tetrapléjicos"

 _ ¿Cómo se le ocurrió la idea? ¿es suyo el copyright?

 Yo no he inventado nada: está previsto en la ley. El primer caso que dio que hablar allá por el año 89 (yo llevaba poco de juez de menores en Granada), fue el de un chaval de 14 años que robaba aparatos de video en unos grandes almacenes. Era muy listo pero no sabía leer y le dije “si aprendes a leer te suelto”. Aprendió en un mes. Le dí la libertad vigilada. Y después ha obligado a pirómanos a repoblar bosques o a jóvenes agresivos a atender a inmigrantes…

 _ Y a borrar pintadas, pintar fachadas, limpiar restos de botellones, acompañar a discapacitados. Vd. ha juzgado a casi una treintena de chicos por asesinato ¿Puede regenerarse un menor con algo así sobre la espalda?

 Sí, hay medios. Es posible la rehabilitación y la reinserción. Porque en muchos casos lo cometieron en situaciones dramáticas, muy complicadas. Estoy pensando en un joven casado que se tomó la justicia por su mano. Su suegro llevaba años violando a su mujer, desde que esta era niña, y un día el joven se cansó y mató a su suegro a tiros. El mismo reconoció el crimen. O el caso de otro chaval que mató a su padre porque este daba palizas a la madre cuando llegaba borracho y le amenazaba al chico: “un día te mato a ti”. El chico temió de veras que eso ocurriera y un día disparó contra su padre. Pero hoy lleva una vida normal.

 _ Les sermonea usted…

Muchos escuchan y aceptan lo que se les dice, otros lloran. Siempre hay algún recalcitrante, pero son pocos.

_ Alguno de sus rehabilitados se ha hecho luego juez…

 Que yo sepa no. Pero tengo varios licenciados, ingenieros informáticos, con sus trabajos y sus carreras, gente perfectamente normal.

 _ Le han dado las gracias.

 Y me han invitado a bodas, bodas de sus hijos etc. Pasan los años y muchos vienen y te lo agradecen. Los parientes de un joven condenado me trajeron una piedra del siglo IV a.C. como regalo. Los expertos la dataron y la tenemos en el juzgado, pendiente de colocarla como donativo anónimo.

_ Han pedido perdón a sus víctimas.

También. Y a veces reaccionan muy rápidamente. Como el caso de cuatro chavales magrebíes a los que pillaron robando a una señora, que resulta que era letrada y casada con un musulmán, y le pidieron perdón en el juicio.

 _ ¿Algún caso le ha quitado el sueño?

 Cuando dicto una sentencia condenatoria es porque lo tengo claro. Si tengo alguna duda, lo que hago es absolver.

 _ ¿Cuáles son los casos más dudosos? Generalmente los más complicados son los de abusos sexuales, porque no siempre hay pruebas. Delincuente juvenil… por necesidad, por vanidad o por mimetismo. Influyen muchos factores: los amigos, la familia, y hasta la genética.

 _ Vd ha dicho que la de la droga fue su etapa más dura como juez.

 Sí, eso fue a comienzos de los años 90, cuando había mucho heroinómano, muchos casos de sobredosis o incluso de gente que cogía el sida. Habían empezado drogándose de adolescentes y morían años después. Recuerdo casos de chavales que estaba en la cárcel y a mí, que hacía sustituciones como juez de vigilancia penitenciaria, me dirigían solicitudes para morir en casa. Por un lado era bonito que se acordaran de ti, pero por otro era muy dura su situación. El alcohol ha tomado el relevo a la droga. El alcohol es la puerta para muchas cosas. Ha tomado el relevo a la droga, y sus efectos son muy perniciosos: los críos comienzan a beber a edad temprana y terminan con deterioro graves de cabeza.

 _ Por qué los ayuntamientos miran farisaicamente para otro lado con los botellones.

 No lo sé, pero eso es una hipocresía tremenda.

 _ Vd. prohibiría los botellones.

 Sin duda.

 _ ¿Aunque le llamaran retrógrado?

 Que me llamen lo quieran.

 _ ¿No se prohíbe fumar? Y sin embargo no pasa nada. ¿Por qué no se hace lo mismo con el alcohol? El que quiera beber es muy libre, pero en el bar, no haciendo botellón.

 _ Alcohol – sexo, alcohol – violencia, ¿relación de causa-efecto?

 Clarísima. Los jueces de menores lo vemos constantemente. Los críos comienzan a beber a edad temprana y acaban con deterioros graves de cabeza"

 _ Los que no siempre lo ven son los políticos.

 Ven lo que les conviene.

 _ Pero que los chicos estén toda la noche por ahí y no prueben el alcohol es pedir peras al olmo…

 No me convence eso de toda la noche. La solución sería fijar una hora de vuelta a casa

 _ ¿no sería un poco fuerte por parte de los padres?

 No sé si una hora fija, pero tengo claro que hay que poner algún límite y que el padre tiene el derecho a corregir a sus hijos. Si de mí dependiera prohibiría los botellones me llamen lo que llamen… ¿no se prohíbe fumar?" El consumo de droga ha bajado. Pero ahora hay otra droga: móviles y ordenadores.

 _ ¿Tan adictivos son?

 Pueden ser muy tóxicos, y no sólo en menores. El nivel de adicción a móviles o tablets puede afectar a gente de todas las edades.

 _ ¿Cómo se mide esa adicción? Igual que la del cigarrillo: si uno se despierta por la noche y es incapaz de no mirar el whatsapp es que está enganchado, como pasa con el tabaco. Pero en la era digital no se puede poner puertas al campo. Ni dejar de usar móviles y otras herramientas, pero habrá que aprender a convivir con ellas. Los móviles son una nueva droga para menores y mayores, con un fuerte nivel de adicción" Cada vez hay más chicas delincuentes

_  ¿a qué se debe?

 A que se han masculinizado, en el sentido de coger lo peor de los chicos. Se están equiparando en ese sentido las agresiones y la violencia.

 _ ¿Es más difícil reinsertarlas? Hay menos niñas que niños delincuentes, pero cuando sale una dura, es pata negra.

 _ ¿Por qué es más resabiada?

 Porque es más compleja. La psicología del varón es más simple: la de la chica es tecnología japonesa.

 _ Si eres padre y llevas a tu niño con una brecha al hospital ¿tienes que buscarte una buena coartada?

 Seguro, porque te la puedes cargar tú. Yo antes llevaba a mis hijos a urgencias porque se habían caído por las escaleras y nadie preguntaba nada y ahora… …Los padres son culpables mientras no se demuestre lo contrario. Prácticamente. En pocos años se ha producido un cambio de mentalidad, y hemos pasado de un extremo a otro. No tenemos término medio.

 _ ¿De dónde viene todo eso: de mayo del 68, de la pérdida de la autoridad en Occidente? En España estamos sufriendo lo que llamo complejo de joven democracia. Los padres tenemos miedo a decir que no, miedo a parecer autoritarios. Nos hemos creído que padres e hijos somos iguales, pero es falso. Los padres no somos amigos, sino padres y lo mismo los profesores.

_ ¿Cree que la mili era formativa, en la medida en que establecía algún tipo de límite y disciplina?

 Yo que hice milicias, como sargento de ingeniero de transmisiones, fui antimilitarista. Pero reconozco que, aunque tenía cosas malas, otras eran muy positivas: mucha gente salió de su pueblo, aprendió a leer y a escribir, se formó y adquirió disciplina. Quizá yo no recuperaría la mili como tal pero si que haría obligatorios los 4 meses de campamento, para chicos y chicas.

 _ ¿También chicas?

 Claro ciudadanos y ciudadanas. Instrucción para todos: izquierda-derecha, cuerpo a tierra. Que sepan lo que es la autoridad, lo que es la disciplina, que aprendan a valorarlas. Y también la jura de bandera, que hagan algo por su país. Yo no recuperaría el servicio militar, pero sí el campamento con cuatro meses de instrucción" Hasta qué punto las leyes son destructivas, al convertir al niño en intocable. Hemos perdido el norte: al niño se le consiente todo ahora y puede llegar a maltratar al padre. Es necesario recuperar la cordura, que los padres retomen el concepto de autoridad y por eso vengo pidiendo un pacto nacional del menor, una legislación en la que impere el sentido común. Pero para ello es preciso un gran acuerdo de los partidos, los educadores, etc. acompasado con leyes de educación que no estén sujetas a los vaivenes de la política.

 _ La letra con qué entra ¿con sangre o con playstation?

 Ni sangre ni playstation, con una mezcla de cariño y autoridad.

 _ Vd. dijo que hay que recuperar la tarima en clase ¿tan importantes son esos centímetros de altura?

 La tarima significa que para llegar allí se precisan años, madurez, muchas horas de estudio. Y una autoridad. Del mismo modo que cuando me pongo la toga de juez, he recorrido un largo camino de preparación, y la toga es un símbolo externo del poder del Estado. La tarima o la toga son formas, pero las formas son fundamentales. Y en buena medida las formas se han perdido.

 _ Hablando de autoridad, ¿cree que muchos jóvenes están marcados por la ausencia del padre?

 Sin duda, lo positivo es que un hijo sea educado por un padre y una madre. Si falta el padre falta una pata.

 _ Lo dice también por los matrimonios homosexuales.

 A veces me preguntan si los hijos de matrimonios homosexuales tienen más dificultades. Eso lo veremos dentro de unos años, cuando esos niños crezcan. Pero puedo decir que si falta el padre, o la madre, falta una pata y la silla cojea.

 _ ¿Los críos tardan ahora en hacerse hombres, porque el adolescente es el rey al que todos ríen las gracias?

 Así es. Ahora el chico de 16 años es adulto para unas cosas y para otras no. Antes con 16 años ya era el hombre de la casa que asumía responsabilidades. Ahora, en general, el adolescente se comporta como un niño.

 _ Un crío entiende mejor un azote que un razonamiento…

 Cuando un crío de 4 años mete el dedo en un enchufe tienes dos opciones: o bien manotazo y “pupa nene” eso no se hace; o bien, decirle no introduzcas los dedos en el enchufe porque eso puede originar consecuencias irremediables. Con la primera opción dejará de hacerlo. Con la segunda está menos claro. Es como los impuestos: la única forma de asegurar que el contribuyente paga es con el estacazo de Hacienda. La autoridad (el Estado o los padres) tienen que tener un poder de reacción ante el incumplimiento de los deberes.

 _ Pero la bofetada de toda la vida está muy mal vista.

 Yo no soy partidario del cachete, si se puede evitar, pero sin autoridad es imposible educar. Y no se puede confundir el cachete con el maltrato, como se hace ahora.

 _ Quizá a mucho tiranuelo que va por la vida machacando a los demás les faltó una bofetada a tiempo.

 Quizá. Y eso no crea traumas. Si nos ponemos con los baremos de ahora, a mi padre le hubiera caído cadena perpetua por lo duro que fue conmigo, y sin embargo yo no tengo el menor trauma.

 _ ¿Qué era su padre?

 Mi padre, Carlos, era juez en excedencia y abogado.

 _ ¿Qué le enseñó?

  Muchas cosas, pero lo he visto con el tiempo. Antes era mi enemigo. Comencé a valorarle y mirarle con cariño cuando yo fui juez y cuando fui padre.

 _ ¿Ha tenido algún otro maestro?

 Mi abuelo. Y amigos, he tenido la suerte de estar rodeado de gente buena.

 _ ¿Qué espera enseñar vd. a sus hijos?

 Mis dos hijos, ya mayores, de 29 y 23 años, creo que ya han aprendido todo lo que deberían aprender. Estoy satisfecho con ellos, son buena gente. Lo que yo espero de ellos es que sea felices y buenas personas. Cuando yo era chaval díscolo mi padre era para mi enemigo, he aprendido a valorarlo cuando yo he sido padre"

 _ ¿Cuál es la injusticia que a vd. más le duele?

 La enfermedad y la muerte. Quiero decir con culpables. El maltrato a los niños y el maltrato a la mujer, que me parece abominable. 

Tomado de: https://neupic.com (Copyright © THE WORLD PRESS PROJECT SL)

  

 

 

Last modified onSábado, 09 Mayo 2015 04:27
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